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10 de agosto de 2009

Niños con pataleta, adolescentes desafiantes.

Niños con pataleta, adolescentes desafiantes.
Cómo manejar los trastornos de conducta en los hijos Amanda
Amanda Céspedes



¿Tiene usted un niño que se muestra sordo a codo llamado de atención, que en vez de pedir algo lo exige a través de un exasperante lloriqueo, que no obedece y desafía su autoridad poniendo a prueba su paciencia? Es usted aquella mamá o aquel papá que declara haber probado todas las técnicas de disciplina y todos los castigos imaginables sin dar todavía con ninguno que lo ayude a controlar las pataletas de su hijo? Convive en casa con un adolescente insufrible, de mal talante, que en vez de hablar gruñe y se muestra dispuesto a desafiar toda regla de convivencia con el resto de la familia?.

¿Ha recibido usted alguna vez —sin solicitarlos— variados contradictorios consejos de parte de parientes o amigas para dominar las pataletas o los malos modos de sus hijos, consejos que no logran sino confundirlo más y le crean una incómoda percepción de ser demasiado blando, incapaz de disciplinar, una especie de marioneta de niños malcriados y caprichosos? Tiene en casa hijos que más que hermanos parecen miembros de tribus enemigas, que rivalizan constantemente y resuelven todas las situaciones de conflicto mediante golpes que acaban en desconsolados llantos, seguidos de furibundas protestas cuando usted, agotada, los castiga? Sus hijos parecen ignorar la existencia de juegos tranquilos, en armonía, v se dedican incansablemente a perseguirse, golpearse y convertir en proyectil cualquier objeto pata lanzárselo al hermano ante la más mínima provocación? ¿Tiene niños que rivalizan por ir de copilotos en el asiento delantero del auto y no pueden sentarse a corner sin darse puntapiés por debajo de la mesa v comparar el tamaño de sus respectivos platos hasta convertir la cena en un campo de batalla? Teme y evita cada situación que implique tenerlos juncos en espacios reducidos, como el asiento posterior del auto durante un viaje prolongado?

Si responde que si, entonces usted tiene niños o adolescentes con un trastorno de conducta y es posible que, cada vez con mayor frecuencia, mire alrededor y envidie a sus amigas, cuyos hijos. cual material de exportación, se muestran dóciles, obedientes, gentiles y capaces de hacerse invisibles cuando la situación lo amerita en vez de ocupar todos los espacios con la intensidad de un terremoto. Pero no debe sentirse desconsolado, pues su situación es más frecuente de lo que imagina y existen soluciones efectivas para lograr una alquimia conductual aun en los chicos más díscolos.

En la primera parte de este libro analizaremos los factores biológicos, psicológicos y ambientales que provocan y mantienen la conducta rebelde infantil, mientras que en la segunda parte nos concentraremos en los distintos tipos de trastorno de conducta en el niño y el adolescente y en las estrategias efectivas para abordarlos y solucionarlos.

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